Media planning
- Ixchel Luque
- 11 oct 2023
- 3 Min. de lectura
Organizar, planificar y crear contenido para nuestras redes sociales puede parecer fácil. Muchos pensarían que se trata simplemente de publicar una foto "bonita", hacer un video con una plantilla, agregar una melodía en tendencia o incluso aprenderse el baile de una canción popular y subirlo a TikTok. Estas acciones pueden parecer "fáciles" y sencillas para cualquier usuario habitual de Instagram o TikTok.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando gestionamos las cuentas de una empresa en particular o de nuestro propio negocio? Puede que al principio sea fácil saber qué publicar y comencemos a ver resultados positivos, pero también es posible que las interacciones, como comentarios, reacciones y compartidos, no sean los esperados.
Entonces, ¿qué hacer? Incluso cuando ya tenemos experiencia en la gestión de diversas redes sociales para diferentes empresas, llega un momento en el que, por más organizados que creamos estar, nos sentimos perdidos. No sabemos por qué lo que publicamos o el contenido que generamos no capta la atención de nuestros clientes y, muchas veces, no logramos las ventas deseadas. Es muy fácil perderse en este mundo de tendencias, y la mejor manera de volver a encontrar el camino es dando un paso atrás.
Sabemos que existen diversas formas de organizar tu contenido mensual, establecer objetivos y planificar e

strategias. Sin embargo, aun así existe la posibilidad de olvidar la verdadera razón de como deseamos posicionarnos en nuestras redes sociales.
En nuestro caso, encontramos útil crear un proceso al que pudiéramos regresar cada vez que nos sintiéramos perdidos y que conectáramos nuestras ideas con los objetivos que deseamos alcanzar.
En primer lugar, establecimos el perfil de nuestros clientes (en este caso, nos referimos a la empresa o negocio con la que trabajamos su marketing de contenidos). Necesitábamos conocer por qué hacen lo que hacen, qué ofrecen y a quién ofrecen sus servicios y productos.
El segundo paso fue definir a sus buyer personas, es decir, a su cliente ideal, identificar sus intereses, preocupaciones, gustos y hobbies para saber cómo nuestros productos y servicios pueden ayudarlos. Se definieron los canales adecuados para cada buyer obteniendo así una base para desarrollar el mensaje que se desea comunicar.
Una vez que identificamos sus preocupaciones, creamos y desarrollamos temas a través de los cuales abordaríamos y comunicaríamos las soluciones a sus problemas. Utilizando la técnica del paraguas, donde se establece un tema principal, desglosamos diferentes subtemas a tratar y desarrollar para cada mes.
Replicamos esta actividad para cada uno de los meses posteriores. Personalmente te recomiendo planificar tú contenido de manera trimestral. De esta forma puedes anticiparte a eventos que sean de interés para tu buyer persona, así como promociones.

Una vez que conocemos a nuestro buyer persona y hemos establecido los temas y subtemas a desarrollar mensualmente, es momento de organizar nuestro cronograma de publicaciones. En él definimos los objetivos a seguir, la red social para cada publicación, el copy que utilizaremos y, si trabajas junto a un diseñador, es el momento de compartir algunas especificaciones de diseño en caso de que sean necesarias.
¿Aún sientes que te abrumas con tantos formatos? No te preocupes, aquí te comparto más información acerca de la metodología del Media Planning, que desarrollamos para que te resulte mucho más sencillo llevar a cabo todas las actividades antes mencionadas en un solo documento, el cual puedes modificar y trabajar de acuerdo a tus necesidades.
Realmente espero que el Media Planning te sea tan útil como lo ha sido para nosotros, y que cada vez que te sientas perdido entre tantas tendencias, redes sociales y estrategias, esta herramienta te recuerde el objetivo principal de tus estrategias de marketing de contenidos.
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